El equilibrio emocional durante la preparación de la oposición

Pero no resulta menos riguroso en el plano emocional, puesto que implica renunciar en cierto grado a la parte más lúdica de la vida.

Disciplina diaria, dejar de lado las distracciones, disponer de menos tiempo libre, sobre todo si la preparación se compagina con el trabajo o la familia, que llevan a un estado emocional de estrés y ansiedad.

Hay que reconocer que estas circunstancias forman parte del proceso y, de alguna manera, también constituyen uno de los pilares del éxito. La gestión de las capacidades intelectuales y psicológicas se erige en algo fundamental tras la etapa de puesta en marcha y la predecible euforia inicial.

El hecho de mantener el equilibrio en el plano psíquico ayudará a cumplir con el estudio del temario y a alcanzar el grado de confianza necesario para afrontar las pruebas con garantías.

Estos aspectos son tan relevantes al preparar una oposición que se ha acuñado el término Síndrome del Opositor para designar los síntomas que manifiestan muchas personas que se deciden a presentarse a puestos de trabajo por concurso en las Administraciones Públicas.

La gran cuestión está en conseguir que dichos síntomas se mantengan en los límites de lo tolerable, al igual que ocurre con las condiciones de presión en las que se mueven muchos individuos, por razones laborales o de otra índole.

¿Cuáles son las principales manifestaciones del síndrome del opositor?

• Dudas recurrentes sobre la capacidad para superar la oposición.
• Estados periódicos de angustia o ansiedad.
• Cambios en el estado de ánimo, que lleva a que las personas sean más irascibles e inestables
• Trastornos físicos, como insomnio o problemas digestivos
• Dificultades para desconectar del proceso de preparación, tanto en los pensamientos propios como en la relación con otras personas.

Es natural que en la etapa final de preparación, algunos de estos síntomas hayan podido agudizarse, pero se debe dejar que queden fuera de control, porque podrían causar un estado patológico, por el que sea necesario tratamiento y, en el peor de los casos, abandonar el estudio.

Por ello, siempre es conveniente trabajar de manera positiva y organizada, tratando de que la preparación no se superponga a otros apartados de la vida hasta anularlos. Como referencia, señalamos algunas medidas que conviene adoptar para no ser víctima del síndrome.

Medidas para hacer frente al síndrome del opositor

Planificar bien las fases de estudio y los recursos que se van a necesitar. Las planificaciones no son inamovibles, pero constituyen una referencia clave para no perder el ritmo de estudio y llegar a término con garantías de superar las pruebas.

Compartir la experiencia con personas que se encuentran en la misma situación. Al acudir a una academia o participar en foros de opositores, se comparten dudas, preocupaciones y aspectos prácticos, y se descubre que las vivencias de uno no son aisladas, sino habituales.

Llevar una vida equilibrada, con una alimentación adecuada, tiempo para el deporte y el descanso, y espacio para el encuentro con los demás.

Habrá momentos en que será necesario hacer un esfuerzo suplementario, pero monopolizar la existencia con la preparación de la oposición puede conducir al fracaso. Al fin y al cabo, se trata de reproducir la misma rutina que en cualquier otra actividad profesional.

Por tanto, es normal que a lo largo de la preparación se experimenten situaciones estresantes o que se reproduzcan algunos de los síntomas mencionados. La cuestión es que no debe dejarse superar por ellos.

Si tienes inquietudes sobre cómo afrontar la preparación de oposiciones en Pamplona, puedes contactar con nosotros en el teléfono 948911273 o en el correo electrónico info@oposita.es.