Algunas reflexiones sobre cómo preparar una oposición

Si buscamos en Google con cadenas de palabras como consejos para preparar con éxito una oposición, inmediatamente nos encontramos con docenas de resultados que abundan en los cinco, siete, diez y hasta quince claves acerca de la superación exitosa de cualquier oposición.

Evidentemente, no son recetas milagrosas, sino recomendaciones basadas en los principios que deben guiar la culminación de cualquier proyecto o actividad que exige una dedicación sistemática. Resulta conveniente tenerlas en cuenta porque, a menudo, lo que parece obvio o de sentido común atesora el mejor conocimiento.

Preparar una oposición es un trabajo, una ocupación tan seria como nuestro desempeño laboral, o equivalente a los años de estudio en educación superior. Hay que dedicarle tiempo y tesón, conscientes de que el esfuerzo en muchos momentos es muy exigente, sobre todo si, como les ocurre a muchas personas, tienen que compaginar la preparación con su trabajo o las obligaciones del día a día. Ahora bien, tomado con rigor, supondrá un cambio fundamental en nuestra vida y nos proporcionará una estabilidad y una seguridad envidiables, algo a lo que la mayoría de las personas espera de su proyecto de vida.

A la hora de abordar la preparación de la oposición, ¿cuáles son algunas claves relevantes?

El apoyo profesional marca la diferencia

Desde nuestro punto de vista, la primera es la de contar con el apoyo de profesionales. En nuestra dilatada carrera formando opositores, sabemos que existe una diferencia cualitativa cuando las personas candidatas acuden a una academia de oposiciones, bien sea para adquirir los materiales de estudio, actualizados y adaptados a las características de las pruebas, bien para seguir las clases y ser tutelados en la realización de tests y simulacros de examen.

En las convocatorias más exigentes de nuestra sociedad, como los altos puestos de la judicatura, de la Administración del Estado o el sector médico, la inmensa mayoría de los participantes no se plantea estudiar exclusivamente por su cuenta, sabedores de que necesitan de la perspectiva y el consejo del profesional para preparar con garantías todos los apartados. Esta visión es perfectamente aplicable a cualquier oposición. Si te dejas ayudar, el proceso será más seguro y sencillo y, en este caso, será una inversión que merece verdaderamente la pena.

Planificación y método de estudio

Otra clave importante, una vez que has elegido la oposición a la que te vas a presentar, que debe ser coherente con tus capacidades y expectativas de futuro, es la planificación del estudio: calendario de trabajo, horas semanales de dedicación, organización de los temas en el plazo previsto, hitos para la realización de simulacros y tiempo para incidencias. Como toda planificación, será revisada una y otra vez, pero solo funcionará si se elabora con antelación. Cada día que uno se sienta a trabajar, tiene que saber a qué va a dedicar su estudio.

Un tercer aspecto relevante es el método de estudio. En este apartado, cabe decir que todo está inventado, incluso para las características específicas de cada oposición. Aquí, de nuevo, resulta esencial el apoyo de la academia, que te proporcionará los materiales en su configuración más apropiada y te mostrará la manera más adecuada de abordarlos. Fases como lectura y subrayado, realización de esquemas, memorización y repasos parciales forman parte del día a día de cualquier opositor.

La tecnología digital es tu aliada

Otro apartado en el que vale la pena detenerse es el de confiar en la tecnología digital. La preparación de oposiciones ha cambiado radicalmente. Podemos seguir los métodos tradicionales de la enseñanza presencial, muy valiosos en algunos momentos, pero sobre todo hemos de sacar partido de las aulas virtuales: clases que pueden seguirse online, sesiones grabadas, test y pruebas que se corrigen sobre la marcha, contenidos que se actualizan de inmediato, presentaciones de los temas… Los recursos digitales nos brindan múltiples posibilidades y nos permiten personalizar al máximo la preparación, aunque hay que tener cuidado con la sobreabundancia. Por eso debemos recurrir siempre a las ideas anteriores, asesoramiento profesional y planificación.

La oposición es una etapa de la vida, pero no debe anular la vida. Por eso se aconseja vivamente equilibrar el estudio con los tiempos de descanso, como cuando se ejerce cualquier otra profesión. El número de horas con suficiente concentración para el estudio es limitado, y necesitas desconectar durante los fines de semana o en los días libres que te hayas fijado para que el proceso sea llevadero y eficiente.

A nadie se le escapa que preparar una oposición es una tarea ardua, que precisa de paciencia y persistencia. Sin embargo, al final del camino espera una gran recompensa. ¡Hay que mantener el ánimo!

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